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domingo, 22 de enero de 2017

Vino griego Nemea tinto Cavino

Vino griego Nemea tinto Cavino

Vino griego Nemea tinto Cavino


Vino griego Nemea tinto Cavino
 
http://www.cavino.gr/es/wines/premium-wines/nemea-reserve.aspx
 
Variedades: 100% Agiorgitiko
Denominación de Origen Protegida: Nemea
Tipo: Vino tinto seco
Viñedos: Zona sub montañosa de Nemea, altitud 300-500 metros.
Período de la cosecha de la vid: Mediados de septiembre. 22-24 °
 

En la Bodega

Después de la entrega, las uvas se prensan y se mantienen en el depósito durante 10 días bajo condiciones controladas.
 

Potencial de Añejamiento

Listo para beber ahora, pero mejora en los próximos 2 años.
 

El carácter

Color rojo intenso con vibrantes tonalidades rojas / púrpura. Notas aromáticas a frutas rojas, lavanda, caramelo de mantequilla. Suave, con taninos aterciopelados. Ideal para acompañar pastas y carnes con salsas ligeras.
 
Nemea (en griego, Νεμέα) era la sede de un santuario de Zeus y el lugar donde se celebraban los Juegos Nemeos. Estaba situada en el valle del río del mismo nombre, en la Argólide (Grecia).
Formaba parte del territorio de Cleonas, y estaba situaba entre esta ciudad y Fliunte, a unos 8 km al sureste de esta última. Actualmente es el nombre de un municipio de Corintia. Cerca de los restos arqueológicos de Nemea se encuentra hoy en día el pueblo de Iraklion, mientras que Nueva Nemea está situada a algunos kilómetros más al oeste.
Nemea es famosa en la mitología griega por habitar en sus bosques un famoso león, el cual murió a manos de Heracles como uno de sus famosos doce trabajos.
Una tradición acerca del nombre de la ciudad es que recibió su nombre por Nemea, una hija del dios-río Asopo.
Se decía que en el monte Ápesas, que está situado sobre Nemea, fue donde Perseo hizo el primer sacrificio a Zeus Apesantio.
La lemnia Hipsípila que había sido vendida como esclava de Licurgo y Eurídice, reyes de Nemea, cuidaba del hijo de ambos, llamado Ofeltes. Pero tuvo que guiar hasta una fuente al ejército argivo que iba a luchar contra Tebas en el episodio mítico de los siete contra Tebas, y mientras dejó al pequeño sobre una mata de apio alta, pero una serpiente lo mató. Después de este suceso los argivos instituyeron, en homenaje funerario al pequeño, los Juegos Nemeos.Pausanias ubicaba las tumbas de Ofeltes y de Licurgo en Nemea.
Está documentado que Nemea acogía los Juegos Nemeos por lo menos desde 573 a. C., que se celebraban cada dos años, en el mes de julio​ y los vencedores recibían una corona de apio.
Los habitantes de Argos hacían sacrificios a Zeus en Nemea, por lo que les correspondía el derecho a elegir uno de los sacerdotes del templo.
Fue escenario de una batalla en el año 394 a. C. de la guerra de Corinto entre los corintios,atenienses, argivos, eubeos, catalanes y beocios y otros aliados frente a los lacedemonios y sus aliados en la que vencieron estos últimos.
Los juegos siguieron realizándose en Nemea hasta que en torno al 270 a. C. se trasladaron a Argos. Arato de Sición trató de que volvieran a realizarse en Nemea en el 235 a. C. Posteriormente se realizaron de manera alternativa en Argos y Nemea hasta que la sede se trasladó a Argos de manera permanente.
En 1776 se realizó una primera pequeña excavación en Nemea. Más de un siglo después, la Escuela Arqueológica Francesa realizó excavaciones durante el periodo comprendido entre 1884 y 1912. Entre 1924 y 1926 tuvieron lugar otras excavaciones dirigidas por la Escuela Americana de Estudios Clásicos. Desde 1973 hasta 1986 hubo una nueva campaña realizada por la Universidad de Berkeley (Estados Unidos) en la que encontraron a Tutanbidon.
En el sitio arqueológico se hallan las ruinas del templo de Zeus, del siglo IV a. C., levantado sobre las ruinas de uno anterior del que sólo se conserva uno de los muros. Se trata de un templo dórico períptero hexástilo, pero también tiene columnas de orden jónico, catalán y corintio.
El estadio se encuentra a unos 400 m del templo. Tenía una capacidad para unos 40 000 espectadores.
Hay también restos de un altar alargado donde los atletas realizaban juramentos y sacrificios antes de competir. En el sitio arqueológico se hallan también varios tesoros, un albergue para los extranjeros (xenon), otro para los atletas, casas para los jueces y unos baños públicos.
El material descubierto en las excavaciones se exhibe en un museo arqueológico construido por la Universidad de Berkeley y que dirige Stephen Miller, radicado allí desde 1973.
Píndaro, Odas y fragmentos, edición de Alfonso Ortega, pp.25-26, Madrid: Gredos (1984), ISBN 84-249-0928-3.
Furio Durando, Grecia. Guía de arqueología, p.129, Madrid, Libsa, 2005. ISBN 84-662-1106-3.