También pudo haber sido llevada a Sudáfrica por los hugonotes que dejaron Francia tras la revocación del edicto de Nantes, en 1685.
La Chenin blanc estuvo presente durante mucho tiempo en Australia sin identificarse su variedad, por lo que no es fácil elaborar la historia de esa uva en aquel país. Podría haber sido introducida con la colección de vides que llevó James Busby en 1832.
C. Waterhouse plantó steen desde 1862 en Highercombe, Houghton, Australia Meridional.
El sabor de sus vinos está condicionado por las características del terruño, la cosecha y los diversos métodos de vinificación.
En las áreas frías, el jugo es dulce pero muy ácido y con cuerpo. En los imprevisibles veranos del norte de Francia, la acidez de las uvas maduras se enmascara con la chaptalización con resultados poco satisfactores, aunque las uvas menos maduras se usan para vinos espumosos muy populares como el crémant de Loire. Los vinos blancos de la AOC Anjou son quizás la mejor expresión de los vinos secos de Chenin. Tienen sabores a membrillo y manzana. En la cercana AOC Vouvray se desarrollan vinos semisecos, que con la crianza desarrollan notas a miel y características florales. En las mejores cosechas, las uvas pueden dejarse en las vides para desarrollar la podredumbre noble, botritis, con la que se produce un vino de postre viscoso e intenso que puede mejorar considerablemente con la crianza.